domingo, 24 de septiembre de 2017

A escondidas!

En algún miércoles de noviembre:

Llego al centro comercial, esto está abarrotado de gente, tanto que me cuesta  mucho trabajo aparcar. Pero bueno, por fin conseguí mi propósito. Salgo de mi auto, y recorre un escalofrío mi espalda, sé que en algún rincón de estos metros cuadrados de paredes y hormigón está el, se que me espera, es el punto acordado. De pronto me embriaga la impaciencia, camino hacia la parte trasera de mi coche, abro él maletero y saco una rebeca, me la pongo cierro el maletero y me dirijo paso firme y haciendo ruido con mis tacones que replican en el parking, tanto suenan que una pareja que está metiendo la compra en su coche se vuelven y me miran, yo le sonrió y siguen con su tarea. Justo al entrar en la zona De escaleras mecánicas se abren las puertas automáticas. Y cuando subo en las escaleras, una brisa recorre mis piernas desnudas casi levantando mi falda, lo que me hace reaccionar al instante y de paso me recuerda que voy sin ropa interior, mis mejillas se sonrojan, me coloco bien el flequillo con un leve resoplido.
Escucho risas justo detrás de mi, me giro y veo a un chico detrás mía que me mira con mirada sucia, lo que me hace pensar que a lo mejor a podido percatarse de que no llevo bragas, me vuelvo a girar miro al frente y me muerdo mi labio inferior.
Sigo ascendiendo por las escaleras interminables, y ahora pienso que podía haber cogido el ascensor, pero ya que más da.
Llego a la zona central y miro hacia el horizonte y allí le veo, está estático, lleva observándome desde mi subida de las escaleras. Antes de que comience a andar hacia él. Coge su móvil se lo pone en su oreja, entonces suena el mío.
-sígueme nena!
No me da tiempo a contestar y cuelga. Pongo los ojos en blanco y sonrío, a veces es tan mandon. Le sigo muy obediente, veo que se dirige hacia los baños del fondo, no me puedo creer... cuando entro en el pasillo del baño le pierdo de vista, me vuelvo para buscarle y me agarra del brazo, tira de mi, y nos metemos en el baño de minusválidos.

Nos miramos frente a frente, fijamente, sin tan siquiera un hola, su mirada lo dice todo. Sé que se alegra de verme al igual que yo. Sin más. Me devora con su boca la mía, nos besamos en silencio, y con el reloj marcando los minutos, ambos sabemos que en cualquier momento alguien puede tocar, y también ambos sabemos que yo reiré. Así que se esmera en subirme la falda y al darse cuenta que no llevo bragas, me mira y resopla como solo él sabe hacer, sin más oscilación se arrodilla y mete su lengua viperina en mi, chupa con ansia y mucha gana, tanto que he de morderme los labios con fuerza, o empezare a gemir, le sugeto la cabeza y levanto mi pierna para facilitarle la tarea, el sigue allí arrodillado, es excitante. Me sujeta por las cachas de mi culo para acercarme aún más a su boca, Dios!! Voy a explotar, y se que no va a parar, le sujetó aún más la cabeza, no quiero que pare, voy a correrme y lo sabe. Un empujón más con su lengua y echo la cabeza hacia atrás ahogando un gemido, resoplo.
Se incorpora , sin dejarme respirar me besa. Se aparta un poco de mi, me besa el cuello, justo cuando está en el lóbulo de mi oreja, la mordisquea, y con ella aún entre sus dientes musita:
- oh nena, como me gusta saborearte, eres tan exquisita, y tan jodidamente perfecta, que tengo ganas de meterte mi polla en tu coño y correrme yo también.
Sin preguntar, me empala de una estocada, sin ayuda de manos. Yo quedo sin respiración, el empuja suave, abriendo hueco, despacio pero sin pausa, su mirada está clavada en la mía, su mirada pervertida y oscura. Sigue empujando, su ritmo es cada vez más profundo y rápido. Me tiene atrapada  contra la pared, una de sus manos me sujeta por la nuca y la otra me sujeta el culo, yo simplemente me sujetó a sus hombros, justo como si fuéramos a empezar a bailar, sigue sus embestidas cada vez más fuertes y profundas, a mí se me escapa un gemido, y el me mira sorprendido lo tapa con su boca. No deja de hundir su polla en mi coño húmedo y su lengua en mi boca. Entre beso y beso logró entender:
- nena correte conmigo.
Y así lo hice nos unimos en suspiros, espasmos de placer si aliento.
Después de recuperar la compostura y limpiar algunos fluidos entre risas.
Abro la puerta y no ahí nadie. Así que caminamos uno detrás de otro, cuando logra adelantarme me dice entre dientes:
-ufff tienes una cara de recién follada que tira para atrás, yo aún no estoy satisfecho
Me da un azote cariñoso en el culete se gira y después de guiñarme un ojo
- en 15 minutos en mi casa preciosa.
Yo sonrío
- allí estaré caprichoso.

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