domingo, 6 de agosto de 2017

Tentación

No sé ni cómo, ni cuando. Pero después de tanto hablar, al fin estoy aquí. En el motel de carrera recóndito en el que acordamos mi demonio tentador y yo. Como casi siempre llego más de 20 minutos antes de la hora acordada, y la verdad no sé qué va a pasar en realidad, ni tan siquiera sé si realmente va a venir. Pero aquí estoy, como no le veo, decido tomar algo en la barra solitaria de este motel, me atiende un camarero, que a simple vista parece inexperto, pero le pido un té frío y tras el primer trago, me suena el móvil.
Oh Dios es él, me está llamando, se me encoge el estómago, tanto que no sé si llegara ahí el trago de te frío. Contesto con timidez, pues mi cabeza me dice que me va a volver a poner cualquier escusa para no verme.
-si?
-donde estás?
-Aquí en el bar del hotel. Y tu?
-Arriba en la habitación 214. Sube!
-voy.
Cuelgo sin pensar, no sé si iba a decir nada más, pero yo di por concluida la conversación. Le pido al inútil la cuenta, y sin dejarle decirme cuánto es pongo un billete de 20€ en la barra, cojo el cambio y ando con decisión hacia los ascensores, pulso el botón con insistencia, hasta que abre la puerta. A estas alturas mi estómago parece una jaula de grillos. Los minutos que tarda el ascensor en subir, se me hacen eternos. La ansia de apodera de mi, y mi yo interior da volteretas de extasis. Chinnn la puerta se abre y miro las indicaciones de los números de las habitaciones, giro a la derecha y ando silenciosa por los pasillos ausentes de miradas y en silencio absoluto.
Me paro justo en frente de la puerta 214. Y respiro todo lo ondo, que puedo, y de repente voy a tocar la puerta cuando se abre. Y ahí está, mi tentación en persona, con una sonrisa pícara, y los ojos oscuros, saca la mano y me agarra por el brazo, tira con fuerza de mi y cierra la puerta. Me sujeta firmemente mis manos justo por encima de mi cabeza, con su cadera me oprime contra la pared, tanto que casi me cuesta respirar, o eso o se me contuvo la respiración, al verle, tan decido a follarme. Su olor es indescriptible, está tentación es tan grande, y ahora es solo mío, estoy bajo su hechizo. Me susurra cerca de mi boca, con esos labios carnosos y esa barba de tres o cuatro días.
- que quieres?
Yo solo soy capaz de musitar
- quiero que me folles...
  No hubo más conversación, se apodera de mi boca, y noto sus 17 centímetros justo a la altura de mi hombligo, está dura y dispuesta para mí.
  Besa sin descanso, sin prisa pero sin pausa. Me saborea, y yo a él. Aprovecho le pego un mordisco suave en su labio inferior, que hace que me empuje un poco con su cadera, para que note que está duro, yo ahogo un gemido.
-Nena, recuerda mi costumbre. Voy a comerte entera, en especial tu precioso coño. Hasta que te corras en mi boca, quiero saber cómo sabe tu coño corrido, y luego te follare viva. Oh nena voy a pecar por lo alto, te tenía muchas ganas.
  Yo solo puedo poner cara de sorprendida, porque no es lo mismo leerlo, que te lo digas en vivo en directo, con esa mirada sucia, que hace que ya este humedecida desde que abrió la puerta y su mano toco mi brazo, estoy dispuesta a él. Sus brazos, su boca, su manera brusca y sensual. Es mi chico malo.
  Me suelta los brazos y tira de la camiseta,  la tira, a la misma vez sigue besándome, y acariciandome. Es tan intimidante. Yo hago lo mismo tiro de su camiseta y la voleo, en algún ricon de la habitación, pasa sus manos por mi espalda y desabrocha con soltura mi sujetador y me libera los pechos, que a su vez acaricia suavemente los besa y mordisquea. Yo echo la cabeza hacia atrás y gimo de placer, sigue bajando por mi abdomen hasta llegar a mí hombligo, allí juguetea para hacerme saber lo que me espera, hace que mi coño se humedezca aún más, y se contraiga. De un tirón saca pantalones y bragas, y allí quedó expuesta a su merced, me coge con facilidad y de suelta en la cama, allí me mira con travesura, y yo me derrito. Se baja los pantalones y bóxer, todo a la vez.
  Puedo ver sus 17 centímetros en directo, erguidos y potentes, sus abdominales bien trabajadas, justo como a mí me gustan, sin marcar demasiado, se tumba despacio y comienza lo bueno.
  Me besa, me muerde la boca, me hace cosquillas con su barba,  besa el cuello, sigue bajando hacía mis pechos, los masajea con suavidad, los besa y los muerde, yo vuelvo a gemir y resoplo. La verdad estoy tan berraca que quiero correrme ya!. Sigue bajando por mi abdomen hasta volver a mi hombligo, allí vuelve a jugar con el dichoso agujerito y de paso con mi piercing. Sigue bajando y besa mis Inglés las chupa y yo casi estoy a punto de explotar y eso que no me a tocado. Sus manos siguen acariciendome los pechos. Baja sus manos más y más hasta que me abre la piernas y mete su lengua dentro de mi coño, chupa, lame y pases su lengua dentro y fuera, de arriba a abajo, me obliga a mantener las piernas abiertas, no puedo con él es bastante más fuerte que yo, las piernas me tiemblan, ya viene lo inevitable, sigo gimiendo y respirando fuerte, se que me voy a correr así que le sujetó la cabeza, para que no pierda el ritmo. Entonces grito aún más fuerte y me corro, pero a él le da igual sigue chupando y gozando de mi y yo más de él. El me mira con descaro y le le sigo la mirada. Me pone muy cachonda ver qué disfruta, se siente poderoso y la verdad es que ahora tiene el poder, ese orgasmo le pertenece. Sigue ahí comiéndome el coño muy meticuloso, tanto que me vuelvo a correr, grito y resoplo, este le a pillado por sorpresa, me mira y sonríe.

-Todo bien?
-perfecto

Recobró un poco la compostura, y ahora quiero poder saborear su polla, pero el me vuelve tumbar, de un empujón, coge su polla y de una estocada me la introduce entera, sin pausa y hasta el hondo.
Con su polla al completo dentro de mi. Me dice:
-Ahora voy a follarte, todo lo que quiera, y te volverás a correr
Comienza despacio, como haciéndose a mi, como si midiera hasta donde, yo muero de placer, las piernas aún me tiemblan,  me besa y me mete su lengua suave y experta, sabe a mi. Es excitante. Sabe a pecado sigue sus movimientos, dentro, fuera. Dentro fuera. Cada vez más rápido y profundo, yo le busco con mis caderas, busco mi placer. Le miro fijamente a los ojos, están completamente dilatados y oscuros, le dejo que se hunda en mi todo lo que quiera, hasta que se descuida y con un movimiento rápido le doy la vuelta y acabo justo encima de el.
-ahora muñeco me toca a mí. Te voy hacer gozar.
 Me mira sorprendido, pero se deja hacer, me salgo de él y después de pasear la puntita de mis uñas por su pecho, pellizcar uno de sus pezones, le consigo sacar un gruñido, se muerde los labios, así que acerco mi boca a la suya, y le beso, aún sigo a horcajadas encima, pero su polla está fuera de mi,  bajo y saboreo sus pezones erectos, su muere de placer, ahora es él el que resopla, y yo sonrio, sigo bajando hasta que me encuentro cara a cara con mis 17,  pasó mi lengua, está húmeda y chorreante, estoy a cien, así que me la meto en la boca y saboreo, lamo y degusto tremendo manjar pecador , se muerde los labios, se que está aguantando para no correrse en mi boca. Yo seguiría aquí mucho rato, pero tenemos poco tiempo. Así que no le torturo más y me subo encima, me la empalo entera y comienzo mis movimientos, se que se va a correr en breve, entonces otro movimiento rápido y vuelve a tenerme  debajo suya, ahora es él el que tiene el poder. Sigue follándome, estamos sudados y su frente suda, sigue y sigue metiendo su polla en mi. Hasta que le digo:
-eis creo que me voy a volver a correr...
El me mira satisfecho y me dice entre gemidos:
-y yo nena.
Me besa de nuevo y se traga mis gemidos y yo los suyos.
Después de unos minutos intentando respirar con normalidad. Nos volvemos a mirar, se desencaja de mi. Y me vuelve a dar un beso humedo.
-expectacular.
-sublime. Le contesto yo.



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